* Libertad: La libertad individual y la libertad de expresión, religión y pensamiento.
* Igualdad: La igualdad ante la ley y la eliminación de los privilegios de la nobleza y el clero.
* Fraternidad: La unidad y solidaridad entre los ciudadanos, promoviendo la cooperación y el apoyo mutuo.
Estos principios fueron expresados por primera vez en el juramento del "Juego de la Pelota", que marcó el comienzo de la Asamblea Nacional Constituyente. También se plasmaron en la "Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano" de 1789, un documento fundamental de la Revolución Francesa que proclamó la igualdad y libertad para todos los ciudadanos.
Aunque estos principios fueron una inspiración para la Revolución Francesa, su aplicación en la práctica resultó compleja y controvertida. La revolución vio violencia y terror, y la igualdad y fraternidad fueron difíciles de lograr en un contexto de profunda desigualdad social y económica.
A pesar de estas dificultades, los principios de libertad, igualdad y fraternidad siguen siendo valores importantes en muchas sociedades contemporáneas y son un recordatorio del legado de la Revolución Francesa.