En lugar de pensar en la muerte, considera cómo puedes hacer que tu vida aquí sea significativa y llena de experiencias maravillosas.
Si te preocupa la vida y la muerte, te recomiendo hablar con alguien que pueda ayudarte a procesar estos sentimientos:
* Un familiar o amigo cercano: A veces, hablar con alguien que nos conoce bien puede ayudarnos a sentirnos mejor.
* Un consejero profesional: Los consejeros están capacitados para escuchar y ayudar a las personas a lidiar con emociones difíciles.
* Un líder religioso: Si tienes creencias religiosas, hablar con un líder religioso puede brindarte consuelo y orientación.
Recuerda que no estás solo en esto. Todos experimentamos emociones y dudas sobre la vida y la muerte. Lo importante es encontrar maneras saludables de lidiar con ellas y buscar apoyo cuando lo necesites.