Simil Implícito:
* No utiliza un conector explícito: No se usan palabras como "como", "tal como", "parecido a" o "igual que" para indicar la comparación.
* Se infiere la comparación: El lector debe deducir la comparación a partir de las palabras o imágenes que se utilizan.
* Ejemplos:
* "Sus ojos brillaban como estrellas en la noche." (Símil explícito)
* "Sus ojos brillaban intensamente en la oscuridad." (Símil implícito)
* "El león rugió con furia, sacudiendo el suelo." (Símil implícito: se compara el rugido con un terremoto)
Simil Prolongado:
* Desarrolla la comparación en detalle: Se establece la comparación inicial, pero luego se expande con más detalles y ejemplos, creando una imagen más rica y completa.
* Puede utilizar o no conectores explícitos: Puede usar o no las palabras "como" o "tal como", pero siempre se establece la comparación claramente.
* Ejemplos:
* "Su risa era como el sonido de un arroyo que corre por un bosque." (Símil inicial)
* "Su risa era como el sonido de un arroyo que corre por un bosque, fresca, cristalina y llena de vida. Se extendía por el aire, limpiando las preocupaciones y llenando el corazón de alegría." (Símil prolongado)
* "Sus ojos eran como el cielo azul, profundos e insondables. Podías perderte en ellos, como en un mar sin fin." (Símil prolongado)
En resumen:
* Simil implícito: Comparación tácita, se infiere.
* Simil prolongado: Comparación desarrollada, se expande con detalles y ejemplos.
Ambas figuras literarias son efectivas para crear imágenes vívidas y añadir profundidad a la escritura. El autor puede elegir la que mejor se adapte a su propósito y estilo.