Este nombre fue utilizado por primera vez por el explorador italiano Amerigo Vespucci, quien escribió sobre sus viajes a América en 1503. Su carta, que circuló ampliamente, describía el territorio como un "Nuevo Mundo" distinto de Europa, África y Asia.
Más tarde, este término fue adoptado por los españoles para referirse a todos los territorios que conquistaron en América, y se mantuvo en uso durante siglos.
Sin embargo, es importante recordar que el nombre "Nuevo Mundo" fue una imposición desde la perspectiva europea. Para las culturas indígenas que ya habitaban América, este territorio no era "nuevo", sino que era su hogar desde hace miles de años.